la caída

que todos nos hemos caído alguna vez, aunque sea en sueños. Vamos andando por terreno firme y de repente uno de nuestros pies se apoya en el vacío. Horizontal, la pierna no encuentra apoyo y sacude nuestro cuerpo, en una caída brusca al vacío del miedo, de la inseguridad. Nuestra materia vuelca, a nivel molecular. Caerse en sueños es mucho más violento que caerse por la calle, uno cae en horizontal, en un descenso infinito. He aquí el primer panel de esta historia, en letras grandes de imprenta puedo leer: MANTENGA LOS PIES EN EL SUELO. Y lo leo justamente ahora, que me encuentro en un barco, flotando sobre una infinidad de metros cúbicos de agua. Mis pies sienten la escueta distancia que separa mi cuerpo de la enorme masa. Mis pies no saben en este momento donde está "el suelo". El suelo es algo abstracto, es tan subjetivo como inaprensible. El suelo no existe. En el fondo no hay nada, lo único que hay es: caída.

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